Objetivo: Salvar el arte
Hace algunos meses mi amigo Gabriel Añes (Locoloco) y su pareja, compartieron una inquietud en sus cuentas de Twitter: los venezolanos no compran arte. Específicamente no compran sus fotografías artísticas y originales (que no son comisiones).
Cuando vi el tweet pensé dos cosas:
- El problema no son solo los venezolanos, el consumo de arte en el mundo va en picada
- Siempre es fácil quejarse pero ¿Cómo podríamos resolver ese problema?
Este es un problema complejo, culpar a la gente y detenernos es insuficiente e improductivo. Pocos están conscientes de la verdadera razón, desde mi perspectiva se trata de La banalización del arte.
Las personas creen que cualquiera podría hacer arte y por eso, no ven el valor que tiene. Si no entienden el valor, no lo van a comprar.
Vamos a hablar sobre:
- Historia del arte
- ¿Por qué el arte es valioso?
- Y por último, expondré algunas soluciones a nuestro dilema con la falta de entusiasmo financiero por el arte.
Vamos a darle caña.
El postmodernismo y el arte conceptual
Vamos a echar varios cuentos, quédate conmigo:
Por allá en 1920 el arte estaba a punto de cambiar para siempre. Un grupo muy rico de artistas de todas las áreas se encontraban “casualmente” reunidos en París, haciendo fiestas y creando cosas.
Estos artistas, que llamamos Los Modernos, tenían ideas frescas, eran atrevidos y tenían un objetivo claro: romper con la idea de que el arte es técnica. Para los modernos el arte es expresión. Eso les permitía hacer uso de más elementos, herramientas, medios y sobre todo, podían explorar ideas más abstractas.
Fue un salto INCREÍBLE hacia la modernidad (bueno pero es que eran los modernos!). Esta gente era de izquierda, rechazaban la religión y la mayoría de los patrones conservadores. Abrazaban la conciencia propia, el libre pensamiento y en muchos casos, la exaltación de la virtud humana.
Algunos nombres famosos: Salvador Dalí, Frank Lloyd Wright, Pablo Picasso y Le Corbusier.
En esta época el mundo occidental era muy optimista. Gozaban de una riqueza inigualable, la tecnología avanzaba, el futuro se veía como algo deseable y brillante para todos. No negaban los problemas y se sentían con la capacidad de resolverlos.
Todo cambió cuando la nación del fuego atacó, es decir, Alemania. Luego de la 2da guerra mundial y las subsiguientes guerras, la percepción de la gente empezó a cambiar poco a poco.
Empezaron a cuestionar hasta la propia utilidad de la existencia humana, de esa idea nace el postmodernismo.
Esta gentecita empezó a pensar que quizás el hombre no es pináculo de la evolución, que la realidad objetiva no existe y que pareciera que todo lo que hacemos está condicionado de alguna manera por las circunstancias, la política, la ideología o cualquier otro factor externo. De aquí nace la tan ampliamente aceptada relatividad moral de la actualidad.
Hablando específicamente de arte, uno de los primeros hijos de los posmodernos fue el Arte Conceptual. Un “arte” que buscaba enfocarse solo en las ideas y desprender de cualquier medio o forma la actividad artística.
El arte pasó de ser expresión de alguna idea o sentimiento del artista, a ser un set de instrucciones o un texto al cual el artista le impregnaba un “concepto”. Dos tacitas de café, unas pinceladas aleatorias o un simple espacio vacío en una galería y listo! UNA OBRA MAESTRA.
Para la época, como ahora, este estilo de expresiones llamaron mucho la atención y fueron muy polémicas. Críticos, adoradores, entusiastas, todo el mundo veía con asombro (positivo o no) lo que estaban haciendo los artistas. Honestamente, en los 60 – 70 ser artista era como ser un Rock Star.
Siguieron explorando y explotando la tendencia, tanto que la línea entre lo que es y no es arte se hizo tan difusa, que a día de hoy la mayoría de “expertos” te va a decir: “Cualquier cosa que te haga sentir algo es arte”. Si me como un mango podrido seguro me da dolor de barriga, ¿El mango es arte?
Dejaremos las complejidades de la filosofía estética para otro momento. Si entramos en ese hueco de conejo no creo que pueda publicar este artículo jamás.
No me malentiendas, lo que los posmodernos hicieron no fue malo per se. Explorar y llevar todo a su límite es una cualidad de los creativos y una herramienta necesaria. Pero tuvo una consecuencia que se siente como si los artistas hubiesen decidido cortarse las manos:
Hicieron creer a la gente que cualquiera podía hacer arte. Que el arte no requiere esfuerzo. Que son solo conceptos enmarañados que solo los expertos son capaces de entender. Que solo los tontos con mucho dinero compran arte.
La razón por la que la mayoría de la gente común no compra arte es porque crecieron con esas ideas y están fuertemente arraigadas en su subconsciente, con excepción de los que hayan tenido algún tipo de contacto artístico en su infancia.
Lo voy a decir explícitamente y puede que esta sea una píldora difícil de tragar , sé fuerte:
- No, todo el mundo no puede hacer arte: de la misma manera en que no todo el mundo puede ser médico, arquitecto, ingeniero, empresario o cualquier otra cosa. Como todas las profesiones anteriores, ser artista requiere una cantidad de aptitudes y actitudes particulares, y en mi opinión, unas muy especiales.
- El arte requiere más esfuerzo que cualquier otra actividad humana: esto es especialmente verdad para el arte que no es obvio (no figurativo). El nivel y cantidad de información, experiencias, introspección, reflexión, fracaso y ejecución que requiere el arte es ABRUMADOR. Esto es fácilmente entendible para cualquier creativo.
- El arte más complejo es el que se ve más simple: esta es una paradoja del trabajo creativo. El arte que ha costado más esfuerzo es el que parece que pudiese haber hecho cualquiera. A veces no es auténtico como ya hemos mencionado, pero si lo puedes entender seguramente lo es, no hace falta un experto para eso.
- No hace falta ser rico y caprichoso para disfrutar del arte: es cierto que si no tienes comida en la nevera es poco probable que te interese el arte. Pero una vez que las necesidades básicas están cubiertas el arte es, como veremos adelante, un medio para conectarse con una parte única de la experiencia humana.
El valor del arte
Antes de pasar a la parte práctica de este ensayo quiero darte mi opinión sobre la pregunta ¿Por qué el arte es valioso?
Hace algunos meses escribí un artículo en mi blog personal donde hablaba sobre mi visión de la escritura y cualquier forma de expresión creativa.
“Para que una obra pueda ser considerada “buena”, sobre todo por nosotros mismos, debe hacer 1 o más de estas tres cosas:
– Hacerte sentir algo
– Hacerte pensar en algo
– Solucionar uno o más problemas”
El arte es valioso porque es la única forma en la que podemos comprender, sentir o experimentar ciertas ideas. Ideas, sentimientos, emociones y sensaciones que son tan complejas, confusas y alejadas de la racionalidad descriptiva que solo el medio escogido por el artista puede conectar al humano con ellas.
Es por eso que mucho románticos del arte lo describen como: “Una forma de comunicarse con Dios”. Entender y valorar una obra de arte es una experiencia profundamente espiritual que nos conecta con el todo que casi nunca podemos explicar racionalmente.
Para eso el artista tiene que someterse a una disciplina, tiene que obsesionarse con cosas, sufrir, experimentar, explorar, fracasar y todas las cosas que son incómodas de ser creativo. Y tiene que hacerlo sin garantía de que su obra guste a otros y se la compren porque el auténtico creativo, crea para sí mismo. Es en esa búsqueda individual es que puede su obra puede llegar a conectarse a un nivel profundo con otros.
En conclusión: no es fácil. No cuando se hace auténticamente.
Lo anterior no quiere decir que tengas que entender todo el arte o que te tenga que gustar todo el arte. Como todas las cosas en la vida, this is a matter of taste. Lo que no puedes hacer es afirmar que algo no tiene valor solo porque no lo entiendes o no te gusta (incluso si es una obra posmoderna).
Las soluciones
Vamos a entrar en el área más práctica de este artículo. Por si lo olvidaste, todo este asunto empezó por la frustración de mi amigo Loco Loco y una solución que luego le di en un hilo de Twitter.
Empápate del tema
Si estás leyendo esto es porque tienes alguna curiosidad con respecto al arte. Tienes algo que te está picando el cerebro y parece que nada lo rasca como debería.
Busca información sobre el arte, lee algunas historias. Busca e identifica obras y artistas que te gusten. Trata de asistir a eventos en vivo relacionados con el arte en tu localidad.
En mi experiencia son sitios especiales para creativos. Uno se llena de ideas viendo y escuchando. Las discusiones y los murmullos de la gente son mi parte favorita sin duda.
No le tengas miedo a ir sitios o conectar con artistas. En mi experiencia la mayoría son gente humilde y sencilla, extraña pero tu también eres raro así que no importa. Hay excepciones, claro, hay muchos artistas que son unos imbéciles y su arte es lo máximo, ya aprenderás a desapegarte de esas pasiones.
Si necesitas información o tienes dudas, Creadr es un buen sitio donde publicar tus preguntas. Hay varios expertos en toda clase de arte en la comunidad.
Compra arte
Esta tiene que ser la más obvia.
¿Quieres ayudar a que se produzca más y mejor arte? Cómpralo.
No tienes que comprar una pieza de miles o cientos de dólares de algún artista famoso. Puedes empezar con artistas jóvenes locales que te gusten. Hay muchas gente que vende sus obras a buenos precios. Ni siquiera tiene que ser físico, puede ser un NFT.
Lo realmente importante es que te conectes con la obra, que te provoque algo que quieras experimentar cada vez que la veas.
Sé que el minimalismo y viajar ligero es lo que está de moda pero hazme un poco de caso con esta idea: hay una satisfacción natural que viene de ser propietario de cosas que son realmente importantes para nosotros. Es un egoísmo sano: del mismo modo en que no compartirías al amor de tu vida o un detalle que te dejo tu madre antes de morir, es mejor que si te conectas con una obra, la compres.
Además, estarás apoyando financieramente a un artista. Ganar – Ganar.
Promueve negocios que compran arte
Esta fue la solución que le di a Gabriel en Twitter.
Entras en un restaurante, ves una escultura que te encanta, preguntas por ella, te hablan de la obra y del artista que la hizo, le tomas una foto y haces que el negocio se destaque por eso.
Ese es un poder que todos tenemos en la actualidad. Un poquitico de gente haciendo eso y en poco tiempo verás a todos los restaurantes buscando replicar esas sensaciones en las personas.
Eso puede abrir paso a que se haga mucho arte de mierda, especialmente si los dueños de negocios no están educados pero, es mejor a que no se compre arte en absoluto.
Si, aparte de sufrir los embates de la creatividad, los artistas también tienen ahora que mercadear sus propias obras. Eso es tema para otro artículo.
En definitiva, si conoces sitios abiertos al público que compren arte, visibilizar eso va a motivar a otros a comprar arte también. Estamos en la economía de lo viral, obsesionarse con que todo sea auténtico no es muy productivo, lo importante es que sea auténtico para ti.
Conclusión
No te voy a mentir: me pone triste saber que mucha gente se pierde, incluso durante toda su vida, la experiencia del arte. Algo que es tan humano, que nos hace diferentes y especiales. Que nos permite conectarnos y sensibilizarnos con lo inmenso y desconocido de nuestra propia existencia.
Es como perderse la mitad de la vida, como si te quitaran la mitad de los años que viviste. Terrible.
Si llegaste hasta aquí y no tienes un background de arte, de verdad, te recomiendo que empieces a explorar con mente abierta. Tu vida va a cambiar para siempre de una forma que ni siquiera puedo explicar.
No es nada complicado ni sofisticado como lo venden las películas y los medios. Es parte de nuestra naturaleza, cualquiera puede experimentarlo.
Ni siquiera necesitas ser creativo para eso pero si resultas serlo, es a ti a quien más te va a beneficiar. Te lo digo por experiencia propia.
Si resultas ser un artista, el reto que tienes es grande pero aquí estamos para apoyarte. ¡HAY QUE SEGUIR CREANDO! Quejarse, frustrarse y buscar culpables nunca ha resuelto nada y por el contrario, sabes muy bien que tu arte puede solucionarlo todo.
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